martes, 4 de noviembre de 2014

Fútbol y Política: De la Marcha Peronista al arroz con leche

      El 24 de octubre de 1981, Nueva Chicago recibía Defensores de Belgrano y la hinchada local entonó las estrofas del himno justicialista. La policía, por ese entonces fuerza de seguridad del gobierno de facto del general Vola, detuvo a 49 simpatizantes. Al partido siguiente, y en clara señal de protesta, los hinchas verdinegros cantaron el “arroz con leche”.

A pesar de la censura, los diarios reflejaron aquel episodio.
       El tan ansiado ascenso estaba prácticamente consumado. Nueva Chicago se encaminaba a su primera temporada en la máxima categoría del fútbol argentino desde que el profesionalismo reina en nuestro fútbol. Esa tarde del 24 de octubre de 1981, Mataderos recibía a Defensores de Belgrano, y de ganar, su salto de categoría sería prácticamente un hecho.  El barrio y los alrededores estaban realmente convulsionados.
        Para proseguir con aquella crónica no debemos soslayar el contexto socio político que se estaba viviendo en nuestro país por aquel entonces. Eran tiempos de dictadura, de prescripciones de partidos políticos (el peronismo, el principal), de censura y de falta de libertad de expresión. “El proceso de reorganización nacional”, que ya comenzaba en decadencia, conducía el destino de nuestro país con el presidente de facto Viola a la cabeza.  
Chicago y el Peronismo, una relación muy estrecha.
           El local se alzó con la victoria de manera inexpugnable por 3 a 0. Pero no todo iba a ser felicidad para la gente de Mataderos. En medio del partido, en una clara muestra de desafío a la autoridad y de reivindicar la libertad de expresión,  la parcialidad local empezó a cantar el estribillo de la Marcha Peronista. Esto no gusto demasiado a las autoridades policiales que ordenaron reprimir a la gente una vez que ésta saliera del estadio. El saldo fue de 49 detenidos y otros tantos golpeados por la montada. Lo colorido fue que se los llevaron trotando hasta la comisaría a ancianos, mujeres y pibes. La gente de Los Perales reaccionó tirando piedras a los de la Montada, que llevaban a la gente como ganado”, recuerda Carlos Moreno, uno de los detenidos aquel día. Vale recordar que el número de apresados no fue superior sólo porque no había más patrulleros.
         Una semana después, el Torito enfrentó a Atlanta y los propios hinchas, con un tono jocoso pero también de repudio, cantaron el “arroz con leche”. Nueva Chicago y Mataderos siempre estuvieron muy arraigados al peronismo, quizás por eso es que fue la primera hinchada que cantó “el himno justicialista” en plena dictadura.

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