martes, 25 de noviembre de 2014

Haciendo historia: ¡Bienvenidos a Primera, Cele!


     En el día de ayer, Temperley logró su tercer ascenso a la máxima categoría de nuestro fútbol. Su historia está compuesta de increíbles vaivenes y realidades disímiles en cortos periodos de años. Dueño de campañas elogiosas, tuvo que cerrar sus puertas en 1991 debido a la quiebra que luego lo obligó a participar en la Primera C. Los socios e hinchas, pilares en la refundación del club, hoy festejan el regreso a Primera después de 27 años.

Pita el árbitro. Desborda la emoción en los hinchas, jugadores y cuerpo técnico Celeste. Caen lágrimas de emoción. Los jugadores, víctimas del arrebato de sus indumentarias, dan un especie de semivuelta olímpica en cuero que no es tal.  Es ahí, cuando la cámara de la transmisión enfoca a un hombre entrado en años, de esos que peinan canas y recitan de pe a pa formaciones de equipos históricos. Está conmovido, emocionado, con los ojos llenos de lágrimas. Quizás haya algo más para ese señor que un ascenso a primera. Seguramente atrás quedaron historias adversas, descensos a categorías impensadas, una quiebra que lo dejó de rodillas y una refundación impulsada a pulmón por los propios socios. Trataremos de entender lo que sentía toda esa gente que ayer volvió a festejar el regreso a Primera después de 27 años.
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Ascenso en 1974

Los jugadores del Cele y su primer ascenso en 1974
El torneo de Primera B de aquel año otorgaba dos ascensos y se disputó con 20 equipos divididos en dos zonas de diez cada una, enfrentándose todos contra todos en partidos de ida y vuelta. Los cuatro primeros de cada grupo clasificaron a la “Zona Campeonato”, que permitía a los cuatro mejores pasar al cuadrangular final. Temperley se adjudicó el pasaje a esa instancia decisiva. En ese sprint final, el Cele venció a Estudiantes por 3 a 1 y empató con Lanus 1 a 1. El partido definitorio se jugó el 7 de diciembre, en la cancha de Sarmiento de Junín, y ante una multitud que lo acompañó, pudo gritar campeón después de empatar en un tanto frente a Unión. Por primera vez en su historia llegaría a la cima del fútbol argentino.



Ascenso en 1982

El regreso triunfal a la cúspide de nuestro fútbol se dio ocho años después. En aquel certamen se dieron ciertas modificaciones estructurales. Lo integraron 22 equipos divididos en dos zonas de once cada una y con dos ascensos disponibles. El primero de ellos se lo adjudicó San Lorenzo de manera holgada. Entonces, había que jugar un octogonal para dirimir quien se quedaría con el segundo. Temperley contaba con un equipo de jóvenes provenientes de la cantera. A ellos se sumaban la sapiencia de gente con suma experiencia y un gran entrenador que comenzaba a hacer sus primeras armas en el banco como Carlos Pachamé. El ansiado regreso a Primera se dio después de una interminable definición por penales contra Atlanta en cancha de Huracán. Fue 13 a 12 y ¡Ascenso para Temperley!

El gran equipo de 1982

Los Gasoleros

Temperley se ganó dicho apodo por la gran campaña del ascenso en 1974, cuando pudo llegar a la Primera con un equipo armado con exiguo presupuesto. Hizo honor del sobrenombre en 1883, realizando una campaña memorable, también con una escasa inversión, manteniendo el mismo plantel que venía de la segunda división. Los del sur fueron eliminados por Estudiantes en semifinales del Nacional. Una proeza para la entidad.


Quiebra y crisis institucional

El 28 de agosto de 1989, Temperley se declaró en quiebra, y dos años después, un fallo judicial dispuso que la institución debía cerrar sus puertas con el cese de todas las actividades sociales. Como el club no podía enfrentar sus gastos, sus bienes deberían ser rematados y el plantel profesional quedar en libertad de acción. Pero la suma de voluntades de los socios (algunos poniendo hasta sus propias casa de garantía), más la colaboración oportuna de los vecinos del barrio, se unieron por una causa: refundar un club caído a pedazos.
El acta que constata la quiebra del club
Fue entonces que el 24 de julio de 1993 quel el Gasolero, después de dos años de inactividad, volvió a disputar un partido profesional de AFA. Con un plantel emparchado y minado de juveniles, tuvo que empezar de cero, disputando el torneo de Primera C. El regreso fue triunfal con victoria a Tristán Suárez por 1 a 0.
Entre 1995 y 1997, los celestes llegaron hasta la Primera B Nacional. Lo que tan solo duró un suspiro, ya que en 1998 volvió a caer a la tercer categoría del fútbol argentino haciendo la peor campaña de su historia.

Con el ascenso sentenciado ayer, se escribió una página en la historia grande del club sureño. Será el lunes 24 de noviembre de 2014 el día que recuerden hasta el hartazgo aquellos hinchas que, alguna vez, salvaron a un club que estaba en el abismo. Y claro, también lo será para aquel hombre de estética setentona quien dejaba caer alguna lágrima luego del pitazo final ¡La Primera división los espera con los brazos abiertos luego de 27 años!


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